Los accidentes en los que se ve implicado un autobús suelen tener un componente más peligroso, y en consecuencia más trágico, debido a la envergadura del vehículo y la cantidad de pasajeros que se transporta en él. En cambio, en la mayoría de los siniestros no se tienen que lamentar víctimas mortales y solo son pequeños golpes en la carrocería.
Desde Movibus, nos encargamos de la reconstrucción de un autobús siniestrado, lo que podemos dividir en tres fases:
- Reconstrucción con fibra de la zona afectada: Las reparaciones con fibra de vidrio consisten en capas de este material reforzadas a las que se les coloca resina catalizada. La fibra de vidrio se adhiere a casi cualquier material, incluyendo metal, plástico e incluso algunos tipos de madera porosa. Además, si se hace correctamente, estas reparaciones durarán tanto como el resto de la carrocería.
- Reparación de los golpes: como por ejemplo la trampilla lateral izquierda y el parachoques.
- Pintado en cabina: el pintado, como os contamos la semana pasada, se hace en un recinto cerrado y acondicionado con la iluminación y las condiciones ambientales para poder obtener unos acabados de pintura de calidad. Es muy importante que no se cuele ninguna partícula o mota de polvo que estropee el acabado final.
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